Parábola de los puercoespines
Al igual que los puercoespines, también nosotros nos hemos dado cuenta de que convivir bien no es fácil. Nos acercamos y nos alejamos unos de otros. A veces pasamos frío y estamos solos. Otras estamos demasiado cerca y nos molestamos. Cuando estamos a la distancia adecuada, surge un calorcillo agradable que se parece mucho a la amistad