La poesía del Renacimiento
Y aquí tenéis unos apuntes para el comentario de "En tanto que de rosa y azucena..." de Garcilaso
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Garcilaso de la Vega
Garcilaso de la Vega es seguramente el poeta más importante del s. XVI español.
En su poesía hay una oda, elegías, églogas y cuarenta sonetos. Fue su amigo Juan Boscán quien le animó a escribir utilizando el soneto.
El lenguaje de Garcilaso es claro y nítido, conforme a los ideales renacentistas, prefiere las palabras usuales a los cultismos extraños a la lengua. Busca el equilibrio clásico, la estilización y la precisión ante todo.
Esto es, es preferible evitar la retórica pomposa y la expresión forzada y culta para que la poesía pueda aparecer como sincera, genuina y espontánea; el objetivo de la poesía es ser oído, es la comunicación de los sentimientos, no el cortesano despertar de admiración. Garcilaso, pues, prefiere el tono íntimo, personal y confidencial en la poesía a la retórica y pompa o a la culta exhibición cortesana del ingenio, con lo que pone la primera piedra de una corriente lírica hispánica que todavía latirá en la poesía de Bécquer.
El estilo de Garcilaso es muy característico: cuida especialmente la musicalidad del verso mediante el uso de la aliteración y un ritmo en torno al endecasílabo. Utiliza asiduamente el epíteto con la intención de crear un mundo idealizado donde los objetos resultan arquetípicos y estilizados al modo del platonismo. Por otra parte, es muy hábil en la descripción de lo fugitivo y huidizo; su poesía produce una vívida sensación de tiempo y se impregna de melancolía por el transcurso de la vida, lo que él llamó su «dolorido sentir»:
No me podrán quitar el dolorido
sentir, si ya primero
no me quitan el sentido.
El paisaje resulta arcádico, bucólico, pero instalado rigurosamente en sus predios manchegos de Toledo, al margen del río Tajo. Aparecen los temas mitológicos como alternativa a los temas religiosos: Garcilaso no escribió ni un verso de tema religioso. La mitología suscitaba en él una gran emoción artística y se identificaba plenamente con algunos mitos como el de Apolo y Dafne. Sus temas preferidos son los sentimientos de ausencia, el conflicto entre razón y pasión, el paso del tiempo y el canto de una naturaleza idílica que sirve de contraste a los doloridos sentimientos del poeta.